💛Ciertamente tu bondad y tu amor inagotable me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del SEÑOR viviré por siempre. (Salmos 23:6) Las palabras de Salmos 23:6 nos dicen que “ciertamente” la bondad y el amor inagotable de Dios nos seguirán; no nos dicen tal vez ni posiblemente. El hombre que escribió esas palabras, el rey David de Israel, experimentó la bondad y la misericordia de Dios todos los días y todas las noches de su vida.
🧡Ya sea que brillara el sol, o fuera medianoche en su alma, David pudo decir: “Ciertamente tu bondad y tu amor inagotable me seguirán.” Nos es mucho más fácil decir “la mayor parte de los días” o “algunos días”; sin embargo, el texto promete la presencia de Dios todos los días de nuestra vida. Esta no es una promesa de que todos nuestros días van a ser buenos o felices, sino la seguridad de que nuestro Dios misericordioso nos seguirá en los días buenos y en los días malos, en la riqueza y en la pobreza, cuando estemos enfermas y cuando estemos sanas; todos los días de nuestra vida.
💛Cuando creemos esta promesa, traemos la presencia de Dios a nuestros problemas. Es su presencia durante la noche la que hace que nuestros labios exclamen: “¡Ciertamente!” La dulce presencia de Dios alumbra nuestros días buenos y los hace aún mejores. La palabra que se nos da no es tal vez, ni posiblemente, ni probablemente, sino ciertamente, una seguridad basada en las promesas de Dios que siempre se cumplen. Tal certeza en la bondad y enel amor inagotable del Pastor de nuestra alma crece día tras día, ya sea que nos lleve a través de valles oscuros o a las altas montañas donde brilla el sol.